terça-feira, 28 de junho de 2011

Educación Digital o impresión digital...

Es más que evidente que estamos en la Era Digital, pero lo curioso es que nuestras escuelas están en la Edad de Piedra aún. ¡¡¡Los profesores continúan DANDO CLASE!!! ¿Y aún no está claro que los alumnos no están interesados en eso?  ¿Qué es preciso utilizar nuevas metodologías para despertar el interés por la escuela? El índice de abandono en los Preparatorios muestra la proporción de las cosas. Curiosamente, en todas las actividades humanas en los días de hoy los clientes son los primeros consultados... menos en Educación. Continuamos a obligar a las nuevas generaciones a hacer cosas que ninguna empresa en el mundo tendría la desfachatez de hacer, porque ciertamente quebraría en menos de un año, por más poderosa que fuese.
Estoy leyendo lo que está siendo propuesto como trabajo digital en las escuelas, y no entiendo cómo es que se quiere llegar a algún lugar con este tipo de pensamiento. Curiosamente, niños y adolescente ya están todos en RED, usando los más diferentes gadgets para conectarse, conversar, comprar, vender, intercambiar, etc. ¡Los profesores, por otro lado (investigación reciente) no saben ni usar, rudimentariamente, el desktop eso mismo, aquel monstruo que ocupaba nuestras mesas e inundaba nuestro espacio de cables!). En un mundo de Ipad, Ipod, MP15, celular con TV Digital, GPS, acceso 3G, WiFi y todo tipo de recurso portátil – para hablar de notebooks y netbooks – aún hay profesores que piensan que informática es una cosa fuera del contexto de su actividad.
Y ¿qué está siendo propuesto? El Ministerio de Educación insiste en dar computadoras a los alumnos y profesores, creando un estándar de uso a partir de un programa intitulado “Clases Digitales”. Sin la formación de los docentes, no habrá quién utilice esos equipamientos en el trabajo con los niños y adolescentes. ¿Si no hay una metodología de punta, para que disponer de equipamientos digitales? ¿Qué haremos con esta gran cantidad de chips? Primero tenemos que cambiar la metodología de enseñanza, para después introducir la tecnología en clase. En el mundo empresarial, según un amigo mío, tener un proceso administrativo malo es un caos, pero informatizar un proceso administrativo malo es tener “un caos a la velocidad de la luz”. O sea, lo que era malo, pero demoraba para suceder, se transforma en muy malo en segundos. Una venta mal hecha, que podía ser corregida a lo largo del proceso, pasa a ser una venta mal hecha a cada minuto. El resultado de esto es que la empresa quiebra mucho más rápidamente cuando informatiza procesos arcaicos. En el caso de la Educación, no será diferente. La inutilidad de colocar operadores ineptos para conducir clases con equipamientos tecnológicamente avanzados continuará siendo el desastre que se presenta en los varios contextos en que eso sucede.
La necesidad de aplicación de tecnología no puede ser negada, pero no podemos, ingenuamente, pensar que ella,  de por sí sola, es la solución para nuestro tan atrasado sistema educacional. Nuestro problema más grave continúa siendo la formación del profesor.
Instrumentalizar la escuela con equipamientos digitales es caro. Precisan ser actualizados con frecuencia, hasta porque son fabricados con la llamada “obsolescencia programada”. Cuando se piensa que está en la parte más alta de la cadena, en poco tiempo ya cayó. De “hig end” para “low end” es un salto. Pero, el profesor no pasa casi nunca por actualizaciones y permanece como gestor del proceso, y nadie ve que eso no da resultado.
¿Por qué será que no se capacita a los profesores?  Imagino que sea por miedo... Si hubiera una política de movilización de esa magnitud, se realizarían modificaciones tan radicales que los políticos, pienso yo, sienten miedo de poner a prueba esa hipótesis. Nadie quiere modificar tanto, hasta porque sería preciso una alta capacidad de adaptación, de competencia innovadora y de coraje. Pero el resultado sería otro, mucho mejor que los presentados hasta entonces.
Computadoras encantan a todos, pero no realizan una revolución metodológica. Revolucionar sería decir: no enseñe nada, porque los contenidos que pasará estarán almacenados en los sistemas de datos y muchos, en poco tiempo, estarán obsoletos. Una verdadera arrancada metodológica  tiene que ser hecha con la utilización de la Dinámica de Grupo, para desarrollar lo que realmente importa, que es la inteligencia y la creatividad de los niños para que puedan modificar el mundo a partir de las informaciones y equipamientos que tendrá a disposición. No podemos querer aún que la cabeza de un niño haga la misma función de un HD de 1 terabyte. No es para eso que disponemos de tantos recursos mentales.  Vamos usar ese enorme potencial del cerebro para que los niños puedan ser creadores de ideas.

Nenhum comentário:

Postar um comentário