quarta-feira, 22 de fevereiro de 2012

Otro “Serão” de la “Chave” (Otra reunión de padres)



Conferencia sobre el Método Psicogenético en el “Serão” (reunión de padres)

Monteiro Lobato creó los “Serões de Dona Benta”, un momento especial en el que todos se reunían en corro en una sala y discutían la vida, sus experiencias, sus aprendizajes... En 1972, el Profesor Lauro capturó la idea para crear una reunión de padres que no fuese aburrida, como normalmente son las reuniones escolares. Estábamos iniciando la escuela, en aquella época, y los “Serões da Chave” se tornaron una actividad de debate y orientación para los padres que matriculaban a sus hijos con nosotros.
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               “Serão da Chave” - padres reunidos

Doña Maria Elisabeth, mi mamá, en aquel entonces la Directora de la “Chave” siempre se preocupó con que esos momentos fueran altamente interesantes, tanto por las conferencias que el Profesor Lauro profería especialmente para los padres, como por el clima de fiesta que los envolvía. Un bella merienda al final de los trabajos repleta de aperitivos y sumos diversos. La experiencia tuvo tanto éxito y les agradó a todos que muchos padres aprovechaban para llevar amigos y parientes para ver los trabajos y conocer la escuela de sus hijos.


La merienda

Mantuvimos la tradición a lo largo de todos esos casi cuarenta años, adaptando siempre el “Serão” al momento en que vivimos. Pero de hecho es el gran momento de conversar, de intercambiar, de aclarar dudas, etc. Generalmente profiero una conferencia sobre el Método Psicogenético y sus aplicaciones en el desarrollo de los niños y tenemos una bella merienda al final, como le gustaba a su idealizadora y que es una marca registrada para todos nosotros. Cuando traemos las evaluaciones, las pruebas, el material pedagógico para que los padres tomen conocimiento del mismo, conjuntamente con las informaciones teóricas que siempre contribuirán para la mejora de la educación de los niños, también preparamos esta merienda para compartir al finalizar las actividades.

Cómo lograr que su hijo coma bien



   Una de las tareas más difíciles y desgastantes para la familia puede ser la de lograr que los niños coman. Evidentemente, nadie puede obligar a un niño a comer como se intentó hacer, sin éxito, durante mucho tiempo. Si no sucedía exactamente así, por lo menos esta era la amenaza que se oía durante las comidas. Pero, ¿qué hacer cuando surge esta dificultad?
   En primer lugar, desde la más temprana edad no lo obligue a comer. Invierta la situación y espere que reclame (llanto, movimientos generales) pidiendo alimento. Todos los que cuidan del niño deben saber esta regla: el niño no debe estar constantemente satisfecho. En segundo lugar, y también un factor determinante, ofrezca alimentos de diversos sabores y colores. No mezcle alimentos de varios sabores y permita que el niño los deguste, para que pueda definir lo que le gusta y lo que no le gusta. Sopa, por ejemplo, es uno de los problemas clásicos en esta relación, porque no tiene un sabor definido, específico, lo que genera una serie de problemas de rechazo como puede ser visto en innumerables revistas de Mafalda, por ejemplo. La sopa debe tener un sabor individual, debemos hacer sopas de una legumbre de cada vez, acompañando la receptividad del niño. No piense que su percepción es igual a la de los adultos que la rodean. Ciertamente, al niño le podrán gustar las cosas que tal vez no le gusten a nadie más en la casa. Permítale que pruebe. Cuando  comience a comer los famosos “purés”, coloque todo separado en el plato para que vea los colores de los alimentos (rojo, verde, naranja) y que haga sus asociaciones. Los colores son muy importantes en los platos de los niños y deben ser muy usados, porque son estimulantes. Otra cosa importante es que el niño está creciendo y los alimentos deben evolucionar con este desarrollo. Si le da siempre alimentos pasados en la licuadora él no va a ejercitar la masticación y no va a reconocer la textura de los alimentos, perdiendo gran parte de la experiencia que en el futuro va a ser determinante en la alimentación.
   Vale también la regla de que, en la alimentación, como en la vida, quien cuida no debe hacer toda la actividad, porque va a eliminar la necesidad de pensar del otro ser. Permita que el niño coma solo, aunque ensucie todo, aunque tire alimentos fuera del plato y dé la impresión de que esta desperdiciando comida, porque él precisa aprender y el mejor medio de aprender es haciendo. Jean Piaget dijo: “al comienzo está la acción”. Cuando el niño quiera sentarse, ya puede recibir la cuchara en su mano para utilizarla como herramienta para el acto de comer. Como el primer esquema organizado es la boca, ciertamente va a llevar todo en esta dirección y por este motivo podrá alimentarse. El hambre va a generar fuentes de conocimiento, alto interés y desarrollo. La persona que esté cerca del niño, acompañando su desarrollo al cuidarla, va a ver como pasará de los alimentos líquidos, por los pastosos, llegando por fin a los sólidos, naturalmente. Permita que su niño experimente todo, y así va a conocer los alimentos, hacer sus opciones, determinar sus gustos y ampliar su espectro de posibilidades nutricionales.
   Es importante también no transformar el momento de la alimentación en una “guerra”, permitiendo  que sea apenas lo que es: una función normal del organismo. En el Período Intuitivo, a los 5/6/7 años, los niños comienzan a pensar en la cantidad de alimento, eligiendo muchas veces la opción por la cantidad en detrimento de la calidad. Cuando le parezca que está comiendo mucho, esparza el alimento en el plato, porque como no tiene, aún, la conservación de la sustancia, piensa que tiene mucha comida allí. Si tiene dificultad para comer, junte todo en el centro del plato, porque pensará que tiene poca comida y va a ingerir lo que se le ofrece con menos resistencia.
    En fin, alimentar al niño es más fácil de lo que parece, pero exige la participación de la familia. Ayuda mucho también que el niño coma junto con otros niños. No le prohíba alimentos, porque se vuelven inmediatamente objetos de deseo. Permita que pruebe  todo. El problema de la prohibición es que, en algún momento verá niños comiendo cosas que le prohibieron comer y, seguramente, va a intentar comerlas también, aunque sea escondida. Ofrezca cosas diferentes, desde muy temprana edad. No deje de organizar por lo menos una comida diaria  con toda la familia, porque este es un momento importante tanto para la alimentación como para las relaciones entre todos, proporcionando intercambios, encuentros, conversaciones, actualización de novedades. Es importante estar atento a todo lo que está siendo hablado en esos momentos.
 Por último, un consejo crucial: no permita su hijo coma delante de la televisión, en el cuarto o en la computadora, porque esos no son ambientes adecuados para crear el hábito de alimentarse. La mesa organiza. Arréglela con cuidado y solicite la ayuda de los niños para organizarla. También es importante tener alimentos variados para que ellos puedan realizar una experiencia alimenticia renovada. Los alimentos ofrecidos deben ser únicos para toda la familia. Ofrecer alimentos específicos que el niño quiere, para agradarle, no ayuda en el proceso. Para aprovechar la buena voluntad que los niños tienen naturalmente, solicite su colaboración en la cocina. Esto les gusta mucho porque descubren otro mundo y exploran con placer las posibilidades.
Ahora una observación que ayuda mucho: cuando el niño no coma en el horario normal, no sustituya la comida por golosinas para mantenerla alimentada. Este tipo de comportamiento crea un hábito diferenciado que no le gustaría que se transformase en regla. Esto va contra los buenos hábitos de su hijo.

Cómo y en qué medida proteger a su hijo (5)




Operacional Abstracto: socializando con responsabilidad


(Continuación)


Operacional Abstracto- de 10/11/12 años en adelante – En este período ya tenemos un adolescente que puede y debe realizar todas las actividades solo. Ahora debemos discutir y modificar las reglas junto con él. No permita que acontezcan cosas que piensa que pueden evolucionar para peleas. Ahora, todo debe ser discutido. Sólo así tendremos, realmente, un adulto actuando con responsabilidad. Pero este joven aun precisa de protección, ahora, sociológica. Todavía no entiende el funcionamiento de la sociedad en la que vive como un todo, y puede, muchas veces cometer errores porque no sabe resolver los problemas que surgen. Oriéntele y converse sobre todo lo que está haciendo.

Lo que quiero poner en claro es que en cada edad tenemos un hijo diferente, que requiere atención totalmente diferenciada. Cuando esté diciendo que ama a su hijo, eso no significa que él puede hacer lo qué quiera y cómo le parezca mejor aunque perjudique a los otros. Su hijo va a vivir en sociedad, entonces debe socializarse.

(Fin de la serie de artículos sobre PROTECCIÓN)

Cómo y en qué medida proteger a su hijo (04)




Operacional Concreto: tiempo de ajustes en caso de que haya fallas

(Continuación)

Operacional Concreto – 6/7/8 hasta 10/11 años – En este período, si el niño no hace todo solo y si no ayuda en las tareas de la casa es una señal de que se han cometido errores que deben ser corregidos rápidamente para que se transforme en un adolescente independiente y feliz. Comer, saber organizar su sueño, estudiar, vestirse, ayudar en las tareas, por ejemplo, arreglar su cama, organizar sus juguetes y sus ropas debe ser responsabilidad del propio niño. Los adultos deben apenas finalizar las tareas, pero ellos deben hacerlas. No diga todo el tiempo lo que el niño debe hacer. Las tareas deben ser dadas de forma general para que ellos construyan la noción de espacio y tiempo. Crie las normas y permita que ellos se organicen para la ejecución de las tareas.

(Continua)

terça-feira, 14 de fevereiro de 2012

Cómo y en qué medida proteger a su hijo (03)




Intuitivo: tenga paciencia... espere que el niño lo haga
(Continuación)

Intuitivo 4/5/6/7/8 años – Esta es una etapa de transición, durante la cual el niño quiere hacerlo todo solo y piensa que todo lo sabe. No diga que todo lo que hace está mal o podría ser mejor. Los niños dan lo mejor de sí. Es la visión del adulto la que ya está congelada y ve errores en una etapa que aún está en construcción. Si no permite que ellos realicen las tareas no van a aprender. Sólo aprendemos haciendo. El gran trabajo aquí es observar lo que niño hace y tener paciencia para esperar la realización de la tarea. Siempre que lo que hizo no esté óptimo dele la oportunidad de que hacerlo nuevamente en otra ocasión.

Cómo y en qué medida proteger a su hijo (02)



Simbólico: comienzan a hacer las cosas solitos.
(Continuación)

Simbólico – 1año 6 meses hasta 3/4/5 años - este niño quiere hacer las cosas solo. Debemos protegerlo y estar cerca, pero permitirle que haga todo lo que ya consigue hacer por sus propios medios, aunque después usted tenga que organizar el local. Permítale que se alimente solo. Darle los alimentos adecuados posibilta que pueda realizar la tarea. Permita que abra embalajes. Nunca ofrezca todo muy organizado. Ofrezca los cubiertos y permítale que él mismo escoja cuál va a usar. Lo mismo debe suceder con los juguetes. Nunca deje una cantidad muy grande de opciones, porque el niño no sabrá escoger. Háblele, cuéntele cuentos, muévase con él. Abrazar y levantar al niño deben ser una constante en todas las edades, porque él precisa sentir el afecto a través del tacto. No se olvide que aún no comprende muy bien las palabras y sus sentidos ocultos.

segunda-feira, 13 de fevereiro de 2012

Cómo y en qué medida proteger a su hijo (01)



Senso Motor: cómo actuar en ese periodo de desarrollo

Este es un factor determinante en la vida de los niños y los papas, normalmente, no saben cuanto protegerles y en qué medida hacerlo. Al iniciarse la vida los niños están totalmente vulnerables y necesitando la protección de los que conviven con ellos.  Pero poco a poco, deben ser llevados hacia la independencia, siendo este un proceso delicado durante el cual los padres precisan tener noción de cuándo y cómo eso puede hacerse. La sugerencia es ir dejando que su hijo realice, solo, todo lo que ya puede hacer. Comer, vestir algunas ropas, ponerse las medias y los zapatos, peinarse, etc. No haga por él lo que él ya sienta placer de realizar. Para saber cuándo y hasta cuándo debe durar esta protección, debemos saber un poco sobre el desarrollo de su hijo. Observe algo sobre este asunto. (Voy a publicar en serie, período a período, para que pueda identificar la etapa en que su hijo está y analizar las recomendaciones que hago).

Senso Motor (nacimiento hasta 1 año y 6 meses) – El niño necesita de total asistencia, pero precisa que le sea dada, gradualmente, alguna independencia. Deje que el niño llore pidiendo el alimento cuando es muy pequeño, porque es en ese momento que estará manifestándose y realizando conexiones entre las neuronas. En esta primera etapa, la atención debe ser grande, pero la idea de que el niño es el animal más inteligente en la escala zoológica no debe estar distante de sus pensamientos. Alimentarle, higienizarle no son las únicas actividades que tenemos que hacer. Juegue, háblele, coloque músicas para que las escuche y pueda ir ajustando todos sus sistemas que están sin coordinación. No le sofoque manteniéndole siempre en su regazo (a upa). Cree situaciones en las cuales pueda moverse. Si sabe el nivel de su niño estará protegiéndole.

CONTINÚA EN LA PRÓXIMA PUBLICACIÓN

segunda-feira, 6 de fevereiro de 2012

Separación: formas de actuar con lucidez


La separación y los niños, ¿qué hacer?...

    Se ha convenido que la separación de los padres afecta a los niños de forma grave e irremediable, pero eso no es necesariamente una verdad absoluta. En la mayoría de los casos, las relaciones de los padres están tan desgastadas que el fin de la relación de alguna forma trae calma y organización para el ambiente familiar, lo que ya es algo a favor ya que mejora la calidad de vida para todos, pero principalmente para los niños. Las cuestiones afectivas deben resolverse de la forma más madura posible, sin que las otras cuestiones prácticas de la vida queden pendientes como, por ejemplo, las financieras, porque los niños precisan estar amparados para que la vida continúe independiente de la decisión de sus padres sobre vivir o no juntos. No se puede confundir las cosas, como normalmente sucede, cuando los padres colocan a los niños exactamente entre ambos, sometidos a situaciones para las cuales no tienen estructura ni nivel de desarrollo para comprenderlas y soportarlas. Las secuelas, en esos casos, son muchas. Los niños tienen que ser protegidos, porque no son responsables de la relación de sus padres – por increíble que eso pueda parecer para muchos – y, antes de más nada, los padres aunque separados, continúan a ser sus padres.
Los niños deben ser comunicados de la separación, aunque probablemente ya lo saben debido a su gran sensibilidad. El padre y la madre deben conversar con ellos, y colocar, con claridad, lo que está sucediendo y lo que va a suceder de ahora en adelante. Es importante saber que los niños hasta los 4/5 años no entienden todo. Van a volver a cuestionar, y deben tener sus preguntas respondidas siempre que sea necesario. Después de los 7/8/9 años, ya en el período Concreto del pensamiento, van a entender mucho mejor la situación, y ya teniendo un poco de noción de tiempo, van a sufrir un poco más aún. Que no le parezca natural que el niño se quede callado, porque eso puede ser cómodo para los adultos que no quieren hablar más sobre el asunto pero es pésimo para el niño. Hablen y permitan que ellos hablen sobre el asunto, aunque sea sufrido para quien los oye, porque es en ese momento que hacen el llamado “juego de liquidación”, que ayuda a resolver las cosas que les están pasando. Evite, a todo costo, sentir rabia y decirle a los niños: “ya te dije”, “ya te expliqué”, porque ellos lo saben pero quieren oírlo nuevamente para ver si tienen una noticia diferente.
Tanto la casa de la madre, como la del padre, en esta nueva etapa de la vida, deben ser organizadas para los niños, porque ellos tendrán ahora dos ambientes diferenciados para vivir. Pero, como el niño es único, evite que tenga cosas muy diferentes en cada una de sus “nuevas casas”. Debe llevar los juguetes que quiera y traerlos cuando regrese, de un lado para el otro, lo mismo sucediendo con las ropas y objetos personales. Eso debe ser así hasta que se fije en algunas cosas de cada casa.
Un cuidado muy grande debe ser tomado para que el niño no modifique su nivel social entre una casa y la otra, porque ellos no entienden porque en la casa del padre hay una televisión maravillosa y en la de la madre la televisión es antigua, sin la tecnología que está acostumbrado a ver cuando visita al padre. Y viceversa.
 Es importante también evitar “comprar” al niño, porque en el futuro podrán quedarse muy tristes si el niño les ve (padre o madre) como un banco. Denle afecto y permitan que el niño conquiste todo lo que quiera, porque la separación los transforma en “pobrecitos”. ¡Ellos continúan con sus padres! Eviten hablar mal del otro delante de los niños, porque pueden no querer más a quien fue su compañero, pero el niño lo quiere y no le gusta, realmente, verlos alejados. No empeore aún más las cosas...
   Finalmente, cuidado con aquella antigua manía de “prohibir” al niño de comentar la separación en su ambiente, con los amigos, en la escuela y condominios, porque eso resulta en problemas, con seguridad.
Sé que es muy difícil para los adultos, pero es necesario que veamos que los niños tienen toda una vida por delante, y nuestra seguridad y protección les indicarán  los mejores caminos.

Despertando en su hijo el gusto por el estudio.


El gusto por el estudio es un hábito que debe ser construido...


¡ESTUDIAR! palabra funesta para muchos cuando debía ser un placer. ¿Cómo llegamos a esta situación? Y son generaciones que piensan que la obligatoriedad de estudiar es una cosa horrible, por los más diversos motivos, pero siempre conduciendo las cosas para la impresión de que “estar a la moda” es no estudiar, huir del estudio ... Así todo se complica, pero podemos actuar en el sentido opuesto también y, quién sabe, en el futuro, todo cambia. Y es necesario que  cambie, porque de lo contrario el futuro será muy complicado en una sociedad del conocimiento que evoluciona de forma impresionante a cada día.

Pero, ¿cómo conseguir que a su hijo le guste estudiar? No estamos aquí hablando de los “deberes de casa”, sino de ESTUDIAR realmente. Deberes generalmente son aburridos, una continuación de lo que fue visto en la escuela y que no despierta el necesario interés, siendo realmente una de las peores “obligaciones”. Para empezar a estimular a los niños  y adolescentes a estudiar, crie un ambiente propicio, con material para este fin, y organice un horario determinado y fijo, para que todo suceda realmente. No permanezca junto a su hijo, haciendo, con él, la tarea. Permita que haga lo que consiga, y lo que falte tiene que ser visto por la escuela, que deberá verificar la secuencia de desarrollo para poder completar los déficits, en caso de que los haya. La escuela es la responsable por el aprendizaje, y le cabe a ella crear la motivación.

Mesa, lápiz, bolígrafos, pintura, tijera, revistas, periódicos y libros además de la computadora pueden ser facilitadores de esta actividad. Verifique siempre al finalizar el día lo que realizaron, no para cobrar, sino para mostrar el interés que usted siente por lo que está aprendiendo en la escuela. ¿Usted sabe cuáles son los conocimientos que serán desarrollados durante el año escolar? Pregunte para estar actualizado al conversar con su hijo. Comente los asuntos con noticias del día a día, haga comparaciones. No sea “didáctico”, porque es muy aburrido cuando los padres intentan enseñar, pareciendo que no lo hacen. Hable cuando sea necesario, directamente sobre el asunto en cuestión. Si usted no lo sabe, pregúntele a su hijo, pero sinceramente. Los niños se irritan mucho cuando los adultos les quieren dar a entender que no saben para que ellos parezcan sabidos. Los niños tienen mucho más consciencia que los adultos que los cercan piensan. Ellos notan perfectamente cuando están siendo engañados.

Crie el hábito de estudiar y promueva diariamente un pequeño horario para aprender cosas que no están directamente vinculadas al programa de la escuela, porque en estos casos el niño va a buscar el conocimiento directamente vinculado con su interés. Suscribir revistas, hacer colecciones, comprar libros sus intereses serán una indicación de lo que puede estudiar. Los libros no precisan ser sólo de literatura, pueden ser de conocimientos específicos como: el sol, la luna, naves espaciales, la Tierra, dinosauros, planetas, árboles, fenómenos, desiertos, descubrimientos, invenciones, ciudades, etc... No se preocupe en dar asuntos. Al principio, son temas genéricos y poco a poco van a especializarse y cambiarán de asunto y se transformarán en generalistas. Muéstreles apenas los caminos dando subsidios para el estudio. Algunos programas de televisión o una investigación en la computadora pueden ser elementos disparadores.

Entienda que crear un hábito exige tiempo y precisa de ritmo. No sucede de la mañana para la noche. Elogie y muéstrele que está interesado por lo que estudia.  Muestre todo lo que está sucediendo en el mundo relacionado con lo que él escogió para estudiar. Coloque un mural en el cuarto o en un corredor de la casa para fijar noticias y fotos sobre lo que está estudiando. Todos los integrantes de la familia deben saber cuál es el tema que le interesa al niño. Coloque en el cuarto un pizarrón para que pueda escribir o hacer anotaciones. Sugiera también un cuaderno de memorias intelectuales donde podrá anotar o pegar recortes de todo lo que desee sin correcciones o interferencias de los adultos.

Recuerde que estudiar es muy bueno y todos pueden ser estudiosos, bastando para eso  que la familia cree el ambiente favorable. No permita el niño crie el modelo mental de que sólo se estudia aquello que nos es impuesto, porque eso endurece su percepción del mundo.

La Escuela y la Familia



Existen algunos fenómenos que sólo se explican después de mucha investigación sobre cosas que son obvias. Uno de ellos es el hecho de que la familia (y por lo tanto toda la sociedad) ha cambiado constantemente a lo largo de los años, y la escuela permanece congelada en sus estructuras. ¿Cómo eso puede suceder? ¿Por qué existe esa combinación? La única explicación plausible es que la familia deja, a cargo de la escuela, lo que llama de educar. Una especie de “carta blanca” para hacer lo que quiera, ya que nadie sabe, realmente, qué hacer. El problema es que, definitivamente, la Escuela no está habilitada para esa tarea, y eso está quedando más y más claro a cada día.

La escuela, a lo largo de su camino, siempre fue una trasmisora de conocimientos y quiere continuar así, a pesar de toda la tecnología que modificó este papel que le pertenecía solamente a ella. La familia a su vez se reestructuró de diferentes formas y ya no tiene aquel modelo del siglo XIX, donde la madre - la “reina del hogar”  - permanecía en casa, con la tarea de resguardar a los hijos y transmitir las normas básicas de educación. Hoy las madres son tan profesionales como los padres y están lejos de casa tanto como la figura masculina. Y los padres hoy no están tan presentes, como queda en evidencia al observar el número de separaciones de parejas que aumenta cada vez más. En otros casos, la llamada “producción independiente” asumida por las mujeres elimina la figura paterna del contexto doméstico. Entonces ¿cómo organizar el nuevo papel de la Escuela en tiempos de cambios?

La Escuela ahora tiene que desarrollar a los niños y adolescentes para que sepan pensar y buscar el conocimiento, que está al alcance en los medios electrónicos. La Escuela debe llevar a los niños de la “dependencia” total a la independencia. Es un nuevo modelo, que aún deberá ser asimilado por las familias, que saldrá de sus estructuras formateadas en los siglos XIX o XX, pero que aún no consiguen ver a la Escuela con este nuevo papel. Es muy difícil aceptar el cambio, porque lo que conocemos es más fácil aceptar, aunque sepamos que no es lo mejor.

Una escuela para los nuevos tiempos debe ser un elemento creativo, modificador del niño y de su familia. Y como la familia tiene una enorme dificultad para modificarse, la resistencia a nuevos modelos se aplica a todo, incluso a la escuela. O hasta más a ella, porque la familia intenta, de todas las formas, mantener su equilibrio, aunque precariamente. Cuando el modelo de la escuela exige una mayor participación de los padres en el proceso, la desconfianza se instala, porque el sistema tradicional casi que ignora la presencia de los mismos – salvo cuando las cosas llegan a un punto irremediable. La familia se siente sobrecargada y los suficientemente ocupada  para entregar a la escuela todas las responsabilidades del proceso educacional – cognitivo y emocional – de sus hijos, pero eso no funciona, como puede ser fácilmente constatado.

La sociedad se modificó y los niños, actualmente, están expuestos a una gran cantidad de informaciones, y siendo así, nuevas reglas y valores deben ser establecidos. Los derechos que los niños  adquirieron son aún muy confusos para las familias. Tienen exageraciones y negligencias, todo mezclado. Abandono y sobreprotección   aparecen juntos y mezclados, muchas veces dentro de una misma familia.  Normalmente la sobreprotección es la falta de crédito (no creer en los dicen) que la familia les da a los niños y adolescentes,  sin dejar que crezcan para la sociedad. Lo mismo sucede en las Escuelas que piensan que los niños precisan ser vigilados, no permitiendo que se formen las sociedades infantiles. Parece haber un complot entre las familias y la Escuela para no permitir que los niños se desarrollen.

La familia debe entender que sus hijos no son sus propiedades y los adultos no deben descargar tensiones y  frustraciones cuando están con ellos. Deben saber administrar dificultades, ansiedades, conflictos y resistencias. Son factores que ocurren y deben ser vistos y entendidos para resolverlos. Los niños no están queriendo competir con sus padres, quieren saber cuáles son las órdenes establecidas y cuáles deben realmente ser obedecidas. Permitan que los niños demuestren sus sentimientos. Los adultos también deben  demostrarlos  para que los niños no piensen que estas personas son súper mujeres o súper hombres. Cuidado para no confundir al niño con sentimientos antagónicos.

Llegamos entonces al gran impase. ¿Cómo modificar la Escuela si la familia busca un modelo arcaico que ella, sus padres y abuelos ya conocen? Es la sociedad que a través, se sus  exigencias, obliga a realizar estas modificaciones. Esperamos que esta demanda sea urgente.