sábado, 16 de maio de 2015

Movimientos Sociales

Estamos en un período crítico de movilización en nuestro país. Casi nadie sabe para cuál lado va. Y nosotros, educadores, ¿cómo vamos a orientar y cómo vamos a conversar con los niños y adolescentes? Los niños perciben poco la sociedad. Viven en sus sociedades infantiles, pero los adolescentes ya deberían tener esa preocupación social. Los ánimos están muy exaltados y es difícil decidirse por la derecha o por la izquierda, si es que aún existen. Lo importante es analizar todo lo que está sucediendo y recordar que cada caso es un caso. Lo que queremos para nuestro país es de una importancia vital. Nunca confunda eso con nuestros deseos individuales. Tenemos que saber perder en lo individual para ganar en lo colectivo. Esa es la regla para vivir en sociedad. Aún no tenemos esa cultura, pero llegaremos a ese momento educando a los niños para la cooperación.
En las calles tenemos que decir lo que estamos sintiendo y mostrar soluciones generales. Siempre que radicalizamos corremos el riesgo de proponer soluciones insatisfactorias para la gran masa. Cada uno sabe un poco y tenemos que aprender a convivir con los contrarios. Los efectos de las soluciones encontradas van a demorar a aparecer. Los cambios deben ser estructurales y cada uno de nosotros es responsable de una parte de esos cambios. Si cada uno de nosotros no cambia nada va a suceder. ¿Usted quiere cambiar? ¿Tiene noción de los cambios que sucederán en su vida? Pequeños cambios van a generar un gran movimiento social, pero todos debemos empezar. ¿Usted puede no usar su coche durante un día por semana? ¿Puede economizar el agua que gasta en casa? Y ¿la energía eléctrica? Intente hacer una lista con más o menos 20 cosas que serán su responsabilidad. Ese movimiento puede parecer pequeño, pero hará que cada uno de nosotros sea más responsable de cambiar la estructura de la sociedad. No son solamente las grandes causas que transforman. ¿Qué hace con su basura? ¿Sabe cuánta basura produce? Son tantas las preguntas que pasaríamos días relacionándolas.

Vamos a las calles, pero con la conciencia de que no son los otros que deben hacer los cambios o modificarse, somos nosotros. Incluso en nuestros pensamientos. ¡Cuántas veces, con muchos prejuicios, criticamos los prejuicios de los otros!

segunda-feira, 4 de maio de 2015

Leer Cuentos e Historias para los Niños

¿Hasta cuándo? ¡Siempre! No termina nunca. Debemos leer historias siempre para los niños y adolescentes. Lo que variará son los temas y la complejidad de los cuentos e historias.
Este tiempo es un momento de afecto porque los padres están próximos de sus niños. ¿Será que conseguiremos tiempo para contarles el todo el mundo a los niños? Elija los libros y vaya contándolos gradualmente. Organice un programa de lectura y sus niños le agradecerán. Escoja libros de acuerdo con la edad de los niños y vea la posibilidad de abordar el desarrollo moral a través de los mismos.
Después de la lectura, haga comentarios, pregúntele a los niños, pero ¡cuidado para que las preguntas no parezcan un interrogatorio! No espere que el niño comprenda totalmente lo que fue leído. El mensaje será comprendido poco a poco. Establezca un horario permanente para la lectura. Los niños deben sentir que pueden preguntar a cualquier momento y no les canse. El tiempo de los niños no es el mismo que el de los adultos. Los niños tienen un tiempo de concentración de más o menos 10/15 minutos hasta los 7/8 años. Después puede leer durante un tempo mayor. Termine la lectura cuando el niño todavía está interesado. Hasta esa edad fantasee bastante lo que está leyendo. Después de los 7/8 años los cuentos e historias deben tratar sobre el miedo, el misterio y en la adolescencia sobre romances. No se olvide que siempre es bueno escoger los clásicos. Organice una relación con lo que le gustaría que su hijo conociera y así obtendrá su guía.
Recuerde que todo depende de los hábitos y si creó ese hábito en la infancia obtendrá los frutos en la adolescencia.
Sean padres contadores de cuentos e historia. Vean si las escuelas tienen esa preocupación. El pensamiento simbólico va a depender de esas historias. Amplíen el mundo de sus niños. No dejen pasar ningún día sin contar un cuento. El desarrollo de la inteligencia de su niño le agradecerá.

La pregunta frecuente es: ¿Qué libros elegimos? La literatura universal está a su disposición. La literatura brasileña ofrece muchas cosas maravillosas. Para empezar todo lo que tenga acción, después de los dos años, para los simbólicos, la magia, después los misterios, el terror también es bienvenido. Sienta cuál es el interés de sus niños. No demore mucho. ¡No se olvide de Monteiro Lobato!