segunda-feira, 6 de fevereiro de 2012

Despertando en su hijo el gusto por el estudio.


El gusto por el estudio es un hábito que debe ser construido...


¡ESTUDIAR! palabra funesta para muchos cuando debía ser un placer. ¿Cómo llegamos a esta situación? Y son generaciones que piensan que la obligatoriedad de estudiar es una cosa horrible, por los más diversos motivos, pero siempre conduciendo las cosas para la impresión de que “estar a la moda” es no estudiar, huir del estudio ... Así todo se complica, pero podemos actuar en el sentido opuesto también y, quién sabe, en el futuro, todo cambia. Y es necesario que  cambie, porque de lo contrario el futuro será muy complicado en una sociedad del conocimiento que evoluciona de forma impresionante a cada día.

Pero, ¿cómo conseguir que a su hijo le guste estudiar? No estamos aquí hablando de los “deberes de casa”, sino de ESTUDIAR realmente. Deberes generalmente son aburridos, una continuación de lo que fue visto en la escuela y que no despierta el necesario interés, siendo realmente una de las peores “obligaciones”. Para empezar a estimular a los niños  y adolescentes a estudiar, crie un ambiente propicio, con material para este fin, y organice un horario determinado y fijo, para que todo suceda realmente. No permanezca junto a su hijo, haciendo, con él, la tarea. Permita que haga lo que consiga, y lo que falte tiene que ser visto por la escuela, que deberá verificar la secuencia de desarrollo para poder completar los déficits, en caso de que los haya. La escuela es la responsable por el aprendizaje, y le cabe a ella crear la motivación.

Mesa, lápiz, bolígrafos, pintura, tijera, revistas, periódicos y libros además de la computadora pueden ser facilitadores de esta actividad. Verifique siempre al finalizar el día lo que realizaron, no para cobrar, sino para mostrar el interés que usted siente por lo que está aprendiendo en la escuela. ¿Usted sabe cuáles son los conocimientos que serán desarrollados durante el año escolar? Pregunte para estar actualizado al conversar con su hijo. Comente los asuntos con noticias del día a día, haga comparaciones. No sea “didáctico”, porque es muy aburrido cuando los padres intentan enseñar, pareciendo que no lo hacen. Hable cuando sea necesario, directamente sobre el asunto en cuestión. Si usted no lo sabe, pregúntele a su hijo, pero sinceramente. Los niños se irritan mucho cuando los adultos les quieren dar a entender que no saben para que ellos parezcan sabidos. Los niños tienen mucho más consciencia que los adultos que los cercan piensan. Ellos notan perfectamente cuando están siendo engañados.

Crie el hábito de estudiar y promueva diariamente un pequeño horario para aprender cosas que no están directamente vinculadas al programa de la escuela, porque en estos casos el niño va a buscar el conocimiento directamente vinculado con su interés. Suscribir revistas, hacer colecciones, comprar libros sus intereses serán una indicación de lo que puede estudiar. Los libros no precisan ser sólo de literatura, pueden ser de conocimientos específicos como: el sol, la luna, naves espaciales, la Tierra, dinosauros, planetas, árboles, fenómenos, desiertos, descubrimientos, invenciones, ciudades, etc... No se preocupe en dar asuntos. Al principio, son temas genéricos y poco a poco van a especializarse y cambiarán de asunto y se transformarán en generalistas. Muéstreles apenas los caminos dando subsidios para el estudio. Algunos programas de televisión o una investigación en la computadora pueden ser elementos disparadores.

Entienda que crear un hábito exige tiempo y precisa de ritmo. No sucede de la mañana para la noche. Elogie y muéstrele que está interesado por lo que estudia.  Muestre todo lo que está sucediendo en el mundo relacionado con lo que él escogió para estudiar. Coloque un mural en el cuarto o en un corredor de la casa para fijar noticias y fotos sobre lo que está estudiando. Todos los integrantes de la familia deben saber cuál es el tema que le interesa al niño. Coloque en el cuarto un pizarrón para que pueda escribir o hacer anotaciones. Sugiera también un cuaderno de memorias intelectuales donde podrá anotar o pegar recortes de todo lo que desee sin correcciones o interferencias de los adultos.

Recuerde que estudiar es muy bueno y todos pueden ser estudiosos, bastando para eso  que la familia cree el ambiente favorable. No permita el niño crie el modelo mental de que sólo se estudia aquello que nos es impuesto, porque eso endurece su percepción del mundo.

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