segunda-feira, 9 de maio de 2011

Nuevamente lo políticamente correcto y sus contradicciones

 Revista Veja: el economista Walter Williams dice que las “acciones afirmativas perjudican a los negros al reforzar estereotipos de inferioridad y defiende la libertad económica como arma contra la desigualdad racial”.
Me parece que tenemos que pensar con exención para no adherir simplemente porque  es políticamente correcto. Eso no existe. Tenemos que pensar en todos los casos y situaciones que se presentan delante de nosotros. Este economista de la Universidad George Manson, en Virginia, es claro y afirmativo en sus opiniones y se opone a varias reglas que mucha gente pensaba que no podrían  ser discutidas. Él se define como libertario radical y afirma que “La economía de mercado es el gran enemigo de la discriminación”. El libre mercado es el mejor instrumento para vencer la desigualdad racial. Es una visión totalmente diferente de todo lo que estaba siendo pensado.
Dice Williams: “Cuotas raciales en Brasil, un país más mestizo que Estados Unidos, son un despropósito. Además, fuerzan una identificación racial que no forma parte de la cultura brasileña. Forzar la clasificación racial no es un buen camino.” Defiende que, en vez de cuotas, el país ofrezca educación de calidad para todos. Explica que no hay igualdad racial absoluta y no piensa que esta sea deseable,  ya que existen diferencias entre negros y blancos, hombres y mujeres y eso no debe ser un problema.
Me gustó ver a un economista hablando sobre un asunto que es tabú, por lo menos en Brasil. Da ejemplos sobre cuando no existían cuotas en Estados Unidos y los jugadores de baloncesto, que eran en su mayoría negros, se colocaron muy bien en sus equipos. 80% son negros y ¿por qué? Porque son excelentes. El éxito de los negros,  dice, no se puede atribuir a las cuotas, ya que en Estados Unidos tuvieron un mayor avance de 1940 a 1960 y no como era esperado entre 60 y 80. Entonces no son as acciones afirmativas que resuelven estos problemas.
Lo importante é discutir y no solamente aceptar las acciones por tratarse de una postura “políticamente correcta”.
Otra afirmación suya: “Los negros, en general, están mucho mejor hoy que medio siglo atrás. Pero los negros más pobres están peor”. Reclama y piensa que es una idiotice ser llamado de “afroamericano”. Él coloca, con mucha propiedad, que ni todos los africanos son negros. Termina colocándose como un defensor radical de la libertad individual.

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