domingo, 15 de maio de 2011
Las raíces del Bullying
Nadie tiene prejuicios... o por lo menos no lo dice en público. Sabemos que el prejuicio es una cosa oculta y tal vez sea por ese motivo que pensamos no tenerlo o aún que la gran mayoría no los tenga. Existen leyes que lo prohíben y actualmente se creó también la condición de lo políticamente correcto, criticando de forma intensiva las manifestaciones contrarias a lo que se convino como correcto para la vida en sociedad. Pero, en lo íntimo de cada persona se puede esconder un rechazo a determinado tipo de comportamiento, y hasta allí la ley no llega. Pero el comportamiento permanece, aunque no se manifieste ostensivamente.
Los prejuicios son transmitidos a los niños, y hasta los 4/5 años de edad, van formando su concepción del mundo con base en ellos. No consiguen aún discutir las diversas situaciones, pero con el refuerzo dado en el cotidiano de la familia, van creyendo cada vez más firmemente que opiniones que se basan en prejuicios, dadas por sus papás, son opiniones correctas. Cuántas veces ya vimos una familia, que como si fuese una broma, habla de prejuicios graves sin saber que están formando en sus niños verdades absolutas.
Ya dijimos en otros artículos, y repetimos aquí para que eso quede muy claro, que la MORAL se desarrolla, o sea, no hay un modelo preestablecido que venga en el DNA de su hijo o hija. Así como entrenamos a los niños, inadvertidamente muchas veces, a tener prejuicios, podemos educarlos también para no tenerlos. Adultos con prejuicios pueden ser controlados, pero no van a modificar sus opiniones. Ya, los niños pueden no desarrollar prejuicios si los papás y educadores se preocupan en no exponerlos a valores distorsionados y así estarán preparando ciudadanos para un futuro libre de esos problemas de índole moral. En los adultos, los prejuicios son muchas veces camuflados y, son esos mismos prejuicios que, cuando aparecen dan origen al bullying. Y el bullying sucede siempre tomando por base un prejuicio. Observe algunas de las causas: gordo, alto, feo, tímido, bajo, voz fina, etc. Son siempre valores diferentes de aquellos establecidos por una sociedad que preconiza modelos ideales. Esa es la razón por la cual el bullying no está centrado apenas en las escuelas. Está presente en cualquier lugar que congregue personas, como condominios, locales de trabajo, etc. Entre los adultos, muchas veces son vistos como “bromas” – de mal gusto, pero apenas “bromas”. Con los jóvenes, que aún no consiguen disimular, parece violencia.
Aunque sea un fenómeno mundial, el bullying tiene características propias en cada país. En Brasil, ocurre dentro de las clases, mientras que en otros países sucede en los corredores y en los patios, lejos de los maestros/profesores. Claro que por suceder fuera de la clase no se justifica que esté fuera del control de los educadores, pero en todo Brasil sucede delante de los maestros/profesores, y parece que los mismos no lo ven. ¿Cómo esto es posible? Sólo encuentro respuesta en la hipótesis de que, como no saben cómo enfrentar el problema no lo consideran como una obligación suya... ignoran cualquier ocurrencia de ese tipo. Se consideran transmisores de conocimiento y nada más. Sólo tienen con sus alumnos vínculos formales, impuestos por el sistema. Eso no es Educar. Es necesario que sean entrenados, tanto como los papás, para identificar agredidos y agresores, interfiriendo antes que la situación asuma proporciones incontrolables, como hemos visto en estos últimos tiempos.
Un ejemplo de cómo observar e interferir generando excelentes resultados sucedió en Noruega, en los años 1980, cuando fue identificado un alto índice de suicidios entre niños que habían sufrido bullying. Una serie de acciones integradas en un programa fueron llevadas a cabo, y esos índices cayeron cerca de 50%, según fuentes del gobierno de aquel país.
Donde haya gente reunida, habrá prejuicio, y potencialmente, bullying. Eso se da porque las personas no consiguen, en muchos casos, convivir con las diferencias naturales existentes en la sociedad. Cuando más nos globalizamos, eliminando las barreras de comunicación, mayor la proximidad de múltiples formas de vivir, actuar y pensar y todos estamos cada vez más próximos, lo que crea enormes dificultades para aquellos que tienen prejuicios. Personas con prejuicios son personas que tuvieron su desarrollo compartimentado, y pueden tener una cierta evolución cognitiva, pero tuvieron su desarrollo moral congelado. Prejuicios son modelos rígidos que son respetados. No existe ninguna flexibilidad en el prejuicio.
¿Existe una forma de trabajar los prejuicios? Sí, existe. La forma más efectiva es trabajar con los niños en Dinámica de Grupo, colocándolos a todos en contacto con todos, a través de técnicas estructuradas y así pueden ver a sus colegas sin ningún tipo de distinción. Allí ellos toman consciencia que no importa el color, tipo, religión, sexo y eso abre posibilidades innumerables. Surge, entonces, la colaboración y todos pueden ayudar a todos.
Un hecho que siempre preocupa es que las familias de víctimas de bullying no notan que los niños tienen prejuicios, y eso se explica fácilmente por el hecho de que ambos, niños y papás, comparten los mismos valores. Los padres, inadvertidamente o no, pasan para sus hijos los prejuicios que llevan consigo y entienden que eso es normal, porque son la base de sus propios valores.
¿Cómo los papás no notan que existe alguna cosa errada si su hijo?:
-llega a casa con el uniforme roto;
-material roto, sucio o faltando;
-ningún amigo lo llama por teléfono o lo invita para salir o estudiar;
-parece triste o desanimado;
-pierde el interés por los estudios;
-no quiere ir a la escuela;
-siempre antes de ir a la escuela está con dolores de cabeza o de barriga;
-no tiene apetito;
-tiene baja autoestima (le parece que es feo, gordo etc.);
- tiene insomnio;
-crisis de llanto sin motivo aparente.
¿Qué será que está sucediendo con su hijo? ¿Será que todo eso les parece a los padres una cosa normal? ¿No sería ninguno de esos factores un motivo para ir a la escuela a conversar y construir una estrategia para resolver el problema que se abate sobre este niño o adolescente?
La escuela precisa saber para poder tomar, junto con las familias del agredido y de los agresores, una providencia inmediata.
La escuela debe comenzar trabajando en grupo y discutiendo los prejuicios para que las relaciones mejoren. Debe mostrar que sabe y que no está de acuerdo con lo que está sucediendo. Tiene que tomar cuidado para no exponer aún más al agredido.
La familia del agredido puede promover encuentros con el control de adultos entre los niños y adolescentes para que sean vistos en otra posición y la escuela puede y debe promover encuentros entre las familias sin la presencia de las víctimas.
Un programa consistente debe ser desarrollado para la construcción de la moral para que los prejuicios disminuyan y, por consiguiente el bullying.
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