segunda-feira, 17 de outubro de 2011

¿Quién serías sin un Profesor/ Maestro?


¿Has conmemorado el Día del Profesor?


 En un mundo donde el tiempo de nuestros hijos se mide en nanosegundos, proyectando una velocidad de transformación cada vez mayor, tenemos la seguridad de que todo estará pasando por cambios radicales siempre. La única excepción es la Escuela, que mantiene un ritmo igual al del Siglo XIX.


En estas circunstancias, el profesional clave de ese proceso, el profesor, fue perdiendo visibilidad e importancia a lo largo del tiempo y hoy, está muy desvalorizado en la visión de la sociedad, cuando debería ser exactamente lo contrario. La familia, que debería estar muy unida con los profesores está distanciada de ellos de una forma incomprensible, en la medida en que ese conjunto, si funcionara armónicamente, podría promover el proceso vital de la educación de forma eficiente y crucial para el equilibrio de un mundo inestable como el que estamos viendo.

Formación inadecuada, actualización morosa, técnicas antiguas aplicadas en un mundo nuevo, mercantilización (en el peor sentido de la palabra) de la enseñanza, desprestigio político... son muchas las causas de la pérdida de importancia del profesor para la sociedad. Pero es exactamente en eso que precisamos pensar. ¿Cómo permitir eso con un profesional que nos es esencial? ¿Por qué desprestigiar a la persona que tiene la responsabilidad de preparar a nuestros hijos para un mundo que ni siquiera podemos imaginar? ¿Por qué mantener distancia de los problemas de los que pasan la mayor parte del día con nuestros hijos, cuidándolos e intentando enseñar aquello que será su bagaje de sobrevivencia en la edad adulta?

15 de Octubre, Día de los Profesores, y como gestora escolar, reparé que nadie realmente se preocupó con este hecho. Los padres no hablan sobre eso y los niños ni siquiera se acuerdan de la fecha. ¿Será que los profesores no merecen ninguna conmemoración en su día? Me acordé, entonces, de mi época de profesora, cuando alumnos y padres promovían verdaderas fiestas ese día, y me daban muchos regalos – inolvidables regalos, porque venían del corazón y no por obligación. ¿Cuándo fue que todo acabó, y el día del Maestro/ Profesor cayó en el olvido? ¿Por qué esto sucedió?

Vamos a conmemorar el día de los Profesores. Vamos valorar a los Maestros/ Profesores de nuestros hijos, porque no son ciudadanos menos importantes que  nosotros. Vamos valorar su presencia, entender sus dificultades y crear una relación de base positiva, teniendo en cuenta que en una primera instancia, serán ellos los responsables por pasar buenos principios a nuestros hijos, los que tendrán la misión de hacer con que les guste estudiar, leer, crear, y los transformará en grandes persona en el futuro.
Son ellos que, muchas veces, conocen mejor a nuestros hijos, y de esa relación restan buenos recuerdos que guardarán para toda la vida. ¿Recuerdas algún profesor de tu infancia? Claro que sí. Ayuda a tu hijo a tener ese dulce recuerdo también, valorando a los profesores que hoy están presentes en su vida.

Recuerdo que en mi época de profesora dentro de la clase mis alumnos y padres promovían verdaderas fiestas y me daban muchos regalos. ¿Qué cambió? ¿Será que estos ciudadanos, son tan descalificados? Todos los profesionales merecen un agrado y ¿aquellos que están diariamente con los niños y adolescentes pasan desapercibidos?

Sugiero que los papás y las mamás, organicen un movimiento para que resurja el afecto que se perdió entre los niños y sus profesores. Dé regalos y conmemore el Día de los Profesores con sus hijos y sus maestros. Envíe un mensaje. Dele un abrazo. Es importante ahora y lo será más aún en la historia de vida de su hijo. Valore eso.


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