terça-feira, 11 de outubro de 2011

Las Tareas domésticas como base de las responsabilidades



Deje que el niño practique para aprender

Una cosa que ya es conocida de todos es que sólo aprendemos haciendo. Pero no es eso que se ve en la práctica, principalmente, cuando los padres que sus hijos van a aparecer un día, sabiendo hacer cosas que ellos no dejaron que los niños practicasen.  Si no hacen, no aprenden, y mágica… bien, esa no existe en el desarrollo humano.
En general, los niños no saben hacer nada en casa y no tienen cualquier tarea objetiva por la cual reciba alguna remuneración. Eso no le permite sentir que aquella casa es “suya”, como la mayoría de los padres desea, pero sin una acción directa sobre el objeto, no se puede crear esta relación.
Mi sugerencia es que las tareas domésticas sean divididas entre todas las personas que viven en la casa, haciendo con que los niños se sientan útiles sabiendo que algunas actividades dependen de la misma. Lo peor siempre sucede cuando creamos nuestros hijos como si fuesen personas que no hacen nada y apenas son un “peso” para los padres y otros adultos.
La canguro es un peligro en esta coyuntura, porque puede impedir que su hijo se desarrolle cualquier capacidad. Experimente permitir que su hijo haga todas las cosas que puede realizar. Crea en sus capacidades, y el hará siempre más. Cuando tenga alguna duda sobre su capacidad, permita que experimente y obsérvelo, con calma y paciencia, para no frustrarlo. Corrija poco, porque el niño siempre hace lo mejor que puede.
Recomiendo también que no ponga en sus planes dar una mesada para los niños, ya que no tiene sentido ganar dinero sin tener ninguna obligación. Vincule siempre la remuneración a una tarea, y verá cómo, en el futuro, le agradecerán por eso. Este es el modelo vigente en las relaciones humanas, y lo más rápido posible mejor para que los niños lo entiendan, más fácilmente vivirá en el mundo, sea cual sea, porque aprendió desde la infancia. Recuerde: todo lo que sabemos y aprendemos sólo se desarrolla a través de la acción.
Cualquier tarea, para los niños, es un juego y es muy importante que los padres no intenten pasar alguna cosa como difícil y trabajosa - este es el juicio de los adultos y no el de los niños. Debe ser un placer para el niño la realización de las tareas, y para eso no permita que caigan en la rutina. Hagan siempre cosas diferentes.
No intente ser perfecto ni espere de sus hijos la perfección, porque la gran motivación de ese ejercicio es proporcionarles situaciones de desarrollo. Erramos muchas veces debido a nuestro vínculo emocional, por eso la necesidad de intentar ver la situación siempre “de fuera”. Otra forma es oír personas que puedan dar sugerencias exentas y positivas.
Intente ser lo mejor y ser feliz, haciendo que sus hijos sean felices, pero no se olvide nunca que ellos van a vivir en sociedad y no apenas dentro de sus casas. Dejen que conozcan el mundo y las responsabilidades. Es muy importante que nuestros hijos conozcan otras realidades (otras familias) con sus defectos y cualidades.
Nuestra función primordial es darles elementos para que aprendan a desarrollar el auto conocimiento. Como dijo el filósofo griego Thales lo más difícil que existe es “Conocerse a sí mismo.”

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