sexta-feira, 29 de julho de 2011

La Mamá Tigresa y la Artimaña Educacional


¿Qué es lo que causa tanto sobresalto en el libro de la china Amy Chua intitulado “Mamá Tigresa”? Llamó mucha atención en EE.UU y ahora, llegando a Brasil, ha sido presencia frecuente en los medios de comunicación, que destacan puntos de vista radicales que ella establece como condiciones para educar a sus hijas – y consecuentemente buenos para toda la humanidad.
Queda claro que llegamos a una situación sin solución. Nadie sabe más cómo educar a sus hijos, constatando que lo que hacían no está funcionando y las novedades que aparecen también no ofrecen resultados. En una situación como ésta, las llamadas “recetas” son muy bien vistas por parte de quien está perdido. En determinado momento, los padres entendieron que educar a sus hijos era ofrecerles todo lo que querían. Es común oír a los padres diciendo que “les darán a sus hijos todo lo que no tuvieron”. Esto no funciona, como está claro para la mayoría, en la actualidad. Si usted, papá, no tuvo las cosas que quiere darle a su hijo y aun así estudió, tiene su trabajo y constituyó su familia... ¿qué lo lleva a pensar que darle todo a los niños los hará más felices y favorecerá su desarrollo?
Las opiniones de la Mamá Tigresa son leídas con avidez por quien quiere una fórmula. Algunas cosas son buenas y otras son muy malas, siendo preciso separarlas bien para poder usar lo que es positivo para la formación de hijos victoriosos. Una cosa interesante es que la autora está, realmente, invirtiendo en sus hijas. Aunque establezca algunas cosas correctas y otras erradas en el modelo que utiliza, ella está invirtiendo y participando activamente en la educación de sus hijas. Está aquí la primera pregunta: ¿será que los padres, en general, están, realmente, invirtiendo en sus hijos o están apenas gastando dinero para que alguien haga lo que ellos deberían hacer? ¿Los hijos se transforman en apenas un centro de costos en el presupuesto familiar o son la ventana para el futuro, que merece toda nuestra atención y cuidado?
   Es fundamental decidir de forma clara lo que sus hijos van a realizar hasta los 14/15/16 años de edad, porque están en la etapa de la heteronomía, no saben aún decidir, y pueden escoger erradamente – con la carga de arrepentimiento posterior e inevitable. Pero, no protegerlos demasiadamente, es fundamental, lo que no sucede con la autora que adopta la postura de imponer su voluntad para llevar a las hijas a la perfección. Sus propuestas para conseguirlo son exageradas y típicas de quien no entiende de Educación, como por ejemplo querer que las niñas conquisten el primer lugar en sus escuelas, sin discutir la escuela y el criterio de las notas... Pero, invertir en la Educación y acompañar la enseñanza buscando el mejor nivel posible es importante.
   Diversificar el conocimiento ampliando la visión del mundo y de las posibilidades ofrecidas es un factor importante para el desarrollo y esto es dejado de lado por la autora cuando no le atribuye ningún valor a la Educación Física y al Teatro. Esta falta de percepción de su importancia en la formación puede estar relacionada con un factor cultural ya que en China, las hijas (mujeres en general) no son valorizadas tradicionalmente, siendo necesario que se destaquen de forma excepcional para tener alguna oportunidad. Cosas que proporcionen satisfacción personal no precisan ser valorizadas en el ámbito de la formación de sus hijas, según la creencia vigente en un país que está abriendo las ventanas para el mundo.
   Aunque no haya cualquier justificativa teórica para lo que la autora dice, ella está correcta en casi todo lo que hizo con las hijas. La autoestima, tan discutida y estimulada por los americanos, acabó siendo una exageración, cuando permiten que los niños hagan todo lo que quieren para no desarrollar frustraciones, cuando se sabe que no es posible vivir sin esas frustraciones, que sucederán más temprano o más tarde. El ego de los hijos de la sociedad americana es inflado a tal punto que pierden la capacidad de realizar una autoevaluación de sus comportamientos ya que se consideran muy buenos u óptimos en todo lo que hacen. Piensan que son buenos cónyuges, buenos padres, buenos profesionales, todo sin estudiar o sin hacer nada para que eso sea una realidad.
   Los padres y algunos profesores aún piensan que la inteligencia es innata, lo que complica mucho el proyecto de desarrollo de los niños. Si la inteligencia fuese innata, no sería necesario hacer nada, apenas esperar que apareciera y diese sus frutos. Las personas más abiertas, que saben que no es innata, reconocen la necesidad  de provocar situaciones para que el niño desarrolle la inteligencia. La mamá tigresa está haciendo exactamente eso: forzando la situación para que sus hijas se desarrollen, no esperando que las cosas simplemente sucedan. Es interesante destacar que el Profesor Lauro de Oliveira Lima dice eso hace más o menos 45 años en sus libros, y Brasil aún no vio la excelencia de resultados que pueden obtenerse.
   Puedo señalar, también, un error grave cometido por la autora, el hecho de no permitir que sus hijas convivan con otras familias, porque eso es esencial para que los niños desarrollen el liderazgo, por ejemplo, que é fundamental en todas las carreras en que actuarán. Convivir socialmente es determinante, porque sólo así los niños aprenden las reglas sociales y tienen oportunidad de desarrollar sus sistemas de defensa.
   Es necesario que quede claro que para educar a nuestros hijos, tenemos que tener claras las etapas del desarrollo mental, pudiendo crear la visión que queremos para ellos. No acepten manuales con recetas. Cada niño es único y es su medio social que va a determinar su desarrollo. Nunca piense en nada INNATO cuando se trata de desarrollo de la inteligencia, pero es bueno que sepa que las combinatorias que sus hijos van a hacer a lo largo de la vida dependen mucho de usted, porque entre los factores más observados por los hijos estarán siempre la conducta de los padres y sus comportamientos.

Beta

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