sábado, 4 de dezembro de 2010

Homofobia - Las consecuencias del desarrollo de la moral

¿Por qué existe una rabia enorme hacia aquellas personas que hicieron una opción sexual diferente de la que se decidió llamar de “normal”?  Ese es un comportamiento que aún no está claro, que es difícil de abordar pero que está volviéndose obligatorio en una mesa de debate entre escuela y familia, para que sea estudiado con exención y permita que todos sean ayudados - tanto los agresores como las víctimas.
Entiendo que la cuestión MORAL está en la base de este problema, teniendo en cuenta que esas personas (jóvenes o no) dejaron de desarrollar la moral de la cooperación y aún ponen en práctica la moral del deber, y por lo tanto, tienen prejuicios. El prejuicio surge alrededor de los 4/5 años y sólo desaparece si se trabaja la Dinámica de Grupo. Para que esto sea posible, son necesarias discusiones sucesivas que promuevan paulatinamente el pasaje del pensamiento infantil para el pensamiento adulto. Curiosamente, la MORAL no tiene un desarrollo natural, necesitando ser provocada para que un nuevo modelo se instale. Cuando el proceso es exitoso es extremamente fuerte y son creados valores que, seguramente, tornan la convivencia social posible con bases en el respeto y armonía, y podemos verificar, claramente, quien se desarrolló y quien no, observando sus posiciones delante de las diversas situaciones. Defensores de los derechos humanos, por ejemplo, tienen una visión clara y luchan por sus ideas tanto como los defensores de la tortura.  Pero, es difícil trabajar la MORAL con los niños, principalmente debido a la influencia  de la familia. Si, por ventura, miembros de la familia están arraigados a valores morales atrasados, eso se refleja sobre el niño, que toma la información como verdadera, proveniente de una fuente confiable (padres, abuelos) y se mantiene preso a esos valores. La escuela tiene un papel fundamental en ese desarrollo, pero como nada se ha hecho al respecto, lo que vemos son jóvenes sin cualquier parámetro de MORAL más elevado.
 El reciente caso de São Paulo, donde un grupo de adolescentes golpeó a personas con la “justificativa” de que las mismas eran homosexuales, los medios de comunicación informaron, con un cierto aire de espanto en los textos y en los rostros de los presentadores de telenoticieros, que los mismos estudiaban en una escuela de clase media alta, y que, por lo tanto no deberían practicar esos actos. Y me pregunto ¿cuál es el motivo de esa alegación?  Son esas escuelas que preparan  a los jóvenes que entran en las universidades y promueven un “rodeo de gordas” (discriminación)... Esto, no difiere en nada de una zurra, de un acto psicológicamente arrasador como el practicado en una importante universidad estatal paulista en jóvenes mujeres cuyo peso estaba por cima de lo considerado ideal. Vivir en sociedad es otra cosa, como sabemos, y demanda cooperación y socialización para que todos tengamos la oportunidad de evolucionar en conjunto.
Estoy convencida, de que tenemos que pensar en un programa de desarrollo de la MORAL urgente, para ser implantado en las escuelas, en los clubes, en las agremiaciones deportivas, en cualquier lugar en el cual jóvenes se reúnan para convivir. Tenemos que trabajar con los jóvenes, porque difícilmente conseguiremos revertir la posición de los adultos en ese aspecto.
   Una cosa que es fundamental para que toda esa discusión tenga algún sentido es que los padres sepan - por lo menos sepan - que hay una relación directa entre lo que piensan, hacen y practican y aquello que sus hijos tienen como modelo. Cuando los padres juzgan la acción de sus hijos a partir del costo (financiero) del perjuicio que causó del punto de vista material, las cosas se complican. La represión o el castigo pasan a tener una relación meramente económica, y esto no ayuda en nada en la reflexión de las consecuencias de los actos por parte del joven. Naturalmente, los padres que así proceden están juzgando sin tener en cuenta ningún valor moral, y no entienden las posibles consecuencias.
La escuela tiene una misión mayor, que es tratar de los asuntos relativos a la moral involucrada en los episodios durante la vida de relación. Es preciso que podamos hablar en un nivel de moral más elevado que el de los familiares, para que nuevos elementos sean incorporados al repertorio de los jóvenes. Cuando los padres permiten que los niños hagan lo que quieren, dejan el espacio libre para que estos hagan lo que les gusta, hacer. Todas las faltas cometidas por los niños deben ser evaluadas y discutidas para que ocurra una toma de consciencia, única forma de aprender de hecho alguna cosa. No es recomendable, en la educación de los niños, dejar que los hechos pasen sin el debido análisis de los adultos que los cercan.
Niños y adolescentes pueden ser directamente beneficiados por la escuela porque en ese ambiente estarán con sus pares, pudiendo evaluar constantemente los comportamientos, descubrir reglas, trabajar el cumplimiento de las mismas y desarrollar la noción de justicia. La Dinámica de Grupo es muy importante en todos esos casos, porque el profesor puede colocar cuestionamientos, observar el desarrollo de la discusión y cuestionar los puntos de acuerdo con el desarrollo de la discusión.
     Niños hasta los 11/12 años precisan del adulto para realizar sus juicios. Adolescentes precisan de discusiones y cuestiones muy bien colocadas por los adultos para desarrollar su juicio moral. Lo que precisa quedar claro es que la MORAL se desarrolla, no siendo, por lo tanto innata. No existen genes de alta moral o de baja moral.
     La reflexión moral teórica consiste en una toma de consciencia progresiva de la actividad moral propiamente dicha. Es importante que las órdenes sean comprendidas por el niño para que no sean apenas una relación autoritaria provocando, infaliblemente, la aparición del realismo moral.
   Debemos recordar que a los 3/4  años los niños ya consiguen diferenciar las faltas intencionales y las infracciones involuntarias al código de las reglas morales, entonces, ¿estos jóvenes de 16; 17 y hasta 19 años no sabían lo que estaban haciendo?
     Tenemos que trabajar para que los niños alcancen la cooperación, porque solamente la cooperación puede llevarlos a  salir de su estado inicial de egocentrismo inconsciente. La cooperación debe aparecer alrededor de los 10/11/12 años.
El adulto actúa casi siempre para reforzar en el niño el egocentrismo en su doble aspecto intelectual y moral, muchas veces inoportuno para el desarrollo social de los niños. ¿Por qué hacen eso? Para tener al niño sobre su yugo (quieren mandar siempre) e, infelizmente, la mayoría de los padres son psicólogos mediocres y practican la más contestable de las pedagogías morales. Los padres entonces quieren que los niños cometan faltas, en vez de prevenir las catástrofes. Sienten placer al aplicar sanciones y usar su autoridad. Una especie de “sadismo” con el cual “quiebran la voluntad del niño” sólo para probarles que existe una voluntad superior (la de ellos). Es grave que el prestigio de la palabra predomine sobre cualquier experiencia activa y cualquier discusión libre, lo que lleva a que los niños no aprendan. Lo bueno, es obedecer la voluntad del adulto. Son  conclusiones con base en el pensamiento  de Piaget sobre el desarrollo de la MORAL.


Beta

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