sábado, 4 de maio de 2013

¡Crecer es doloroso, pero vale la pena!

 

   Su hijo tiene que crecer. No importa que sea su “baby”, porque es el más joven o el único. No hay otra solución: o crece o crece. El crecimiento no está solamente relacionado con la estatura, sino principalmente con el aspecto psicológico. En cada etapa del desarrollo, debemos ir exigiendo progresivamente comportamientos diferenciados y, dependiendo de las dificultades que tengan para realizar la tarea solicitada, ir dosificándola cuidadosamente, pero sin pena.
   A los 3-4 años sus hijos ya comprenden una serie de reglas y no precisan que hagamos todo por ellos. La alimentación debe estar en el dominio de ellos. Deben vestir las ropas, algunas con alguna dificultad, pero deben siempre intentarlo. Acostarse, levantarse ya está a cargo del proprio niño. No mantenga a su hijo dependiente de usted. Aunque sea bueno hacer todo para ellos, es importante que caminen siempre en dirección a la independencia. Ya que no somos eternos y aunque lo fuésemos, la regla de la vida es prepararlos para volar y no tener que cargarlos eternamente.
   A los 7 años, cuando inician las operaciones concretas, el mundo ya está en sus manos. Recuerde que la mayoría de los adultos con quien convivimos, tienen este tipo de pensamiento y por ser grandes (adultos físicamente) les damos muchas misiones que no les damos a nuestros hijos por pensar que son incompetentes para hacerlo. Ya pueden hacer todo lo que se refiere al mundo concreto. Arreglar, lavar, utilizar muchas cosas en la cocina, atender el teléfono, hacer anotaciones y otras tareas posibles.
   ¿Por qué, entonces los papás van atrás de sus hijos para que estudien, para que no se queden o en la computadora todo el día o hablando por teléfono? Los niños, no teniendo tareas y obligaciones, son dependientes de las órdenes de sus padres y acompañen su desempeño. Las tareas de casa (deber de casa) son un martirio para los padres que piensan que es obligación suya y que, si no se dedican, los niños y adolescentes no van a conseguir realizarlas. Estas tareas son de los niños y adolescentes y sólo a ellos les incumbe la responsabilidad. ¿Por qué los niños y adolescentes no tienen en casa un cronograma con las tareas que deben realizar? Parece que son mascotas. Son seres inteligentes y deben participar activamente de sus casas. Sentirán que forman parte de la comunidad familiar sólo si tienen obligaciones.
   Los papás consiguen aguantar que sus niños no hagan nada en casa, pensando que es normal e interesante que la madre o la auxiliar de la familia realicen todas las tareas vinculadas con los niños, pero cuando se transforman en adolescentes comienzan las discusiones para que hagan las tareas que nunca aprendieron. No se aprende sin hacer. Para Piaget “en el principio está la acción.” El adolescente se enoja por no entender el motivo de que ahora quieran que tengan obligaciones y realicen tareas.
   Todo que vemos en nuestros hijos adultos es resultado de lo que realizamos desde la primera infancia. Todo lo social deberá ser aprendido, entonces vamos a enseñárselo. Organice una tabla con las tareas de rutina. Los adultos organizados tienen esta lista interiorizada. Los niños no consiguen hacerlas sin visualizarlas y todo el tiempo precisan un feedback de cómo las realizó.
   Permita que sus niños aprendan a despertarse solos, a desayunar solos y a hacer solos los preparativos para la escuela. Si no hacen las tareas solos dejan de tener una enorme experiencia de vida. Es muy bueno tener un bebé en casa, pero ellos tienen que llegar a la edad adulta cueste lo que cueste. Vamos a dejarlos crecer.

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