sexta-feira, 2 de setembro de 2011

Matemática, deber de la escuela, en la escuela.

Nunca está demás volver al tema “deberes” para que padres y profesores sean alertados de que esta actividad es lúdica, que tiene por objetivo solamente la “presencia de la escuela” entre los niños y jóvenes, durante el período en que permanecen en casa. No debe usarse para enseñar nada, porque enseñar es el papel que la escuela desempeña.
   En un largo reportaje del periódico “O GLOBO” Brasil,(29 de agosto de 2011), se sugiere que los niños no aprenden la matemática porque sus padres no los ayudan a hacer los deberes, llegando a decir que: “la lección de matemática tiene que incluir al padre y al hijo”. ¡¡¡Al contrario!!!! ¡La lección de matemática debe hacerse en la escuela! Porque los padres, la mayor parte de las veces, no tienen la formación adecuada para hacer esta tarea. La misión de los padres es crear el ambiente de estudio, material  y el tiempo para que sus hijos realicen las tareas. No tienen que enseñar. Lo que no entiendo es este intento de transferir para los padres una obligación específica de la escuela. Pienso que se debe a que los profesores, no sabiendo matemática, están impedidos de presentar a los alumnos el fantástico universo de esta materia.
Sí, porque la vida ES matemática. Todo lo que pensamos es matemática, y las escuelas sólo tienen que enseñar realmente eso: A PENSAR
   En la experiencia práctica de dirección de escuelas, observo que la mayoría de los profesores no conocen los materiales básicos para la enseñanza de la matemática y se centran en el lápiz y el papel. Pero latas, piedras, cajas, hojas, etc. pueden ser usadas. No es necesario usar apenas materiales formales y estructurados. Los profesores precisan ser mejor formados, porque de ellos parte la acción directa de la enseñanza de la materia. Para los padres, la orientación debe ser general sobre el acto de educar, no habiendo necesidad de desarrollar una materia específica. En la práctica, el padre debe conversar, ver películas, jugar y pasear con sus hijos. Los deberes acaban siendo altamente desgastante para ellos.
Tareas para hacer en casa son recomendables, pero deben ser estructuradas para que los jóvenes puedan realizar la actividad sin acompañante. En ese momento, precisamos trabajar la independencia. ¿Por qué culpar a las familias por algo que es responsabilidad absoluta de la escuela? Refuerzo aquí que no es responsabilidad de las familias enseñar, y solicito que sean responsabilizados aquellos a los que se les da la misión.
   Cuando centramos la enseñanza de la matemática en los algoritmos en vez de centrarla en el nivel de desarrollo del niño, seguramente no obtenemos resultados adecuados o mínimamente deseables de aprendizaje. Si el niño no conservó la largura, no entenderá las medidas. Si no conservó el peso, no puede aprender cómo medirlo. Volumen entonces, ni pensar. Y Piaget ya proporcionó todos estos indicadores para los educadores, a través de evaluaciones simples que cada profesor podría hacer en su clase. Después de ver el nivel de comprensión de sus alumnos, propondría situaciones problemas. Y entonces, estaría cumpliendo su mayor misión.
   El problema es que aún tenemos profesores de matemática defendiendo la enseñanza de las tablas demultiplicar... Manteniéndose peligrosamente enraizados a un mundo que ya pasó. ¡Y pasó hace ya mucho tiempo! Entiendan profesores, que ya estamos trabajando con alumnos de las generaciones X, Y, XY e en breve Alfa. Nativos digitales, que van a vivir en un mundo totalmente diferente.
   A continuación, algunos materiales que pueden hacer que la enseñanza de la matemática sea algo mucho más interesante para los jóvenes y niños. Vamos discutir más sobre los mismos.

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