terça-feira, 21 de julho de 2015

«Escuela en exceso les hace mal a los niños»



«Escuela en exceso les hace mal a los niños». Afirmación de Eduardo Sá, psicólogo. El primer impacto al oír esa aseveración es muy fuerte. ¿Cuál será el mensaje del psicólogo para los padres y profesores? A lo largo de su artículo vamos entendiendo a lo que se refiere. La escuela de la cual él trata, realmente, les hace mal a los niños aunque permanezcan en ella durante poco tiempo. Es una escuela aburrida y sin creatividad en la cual el niño no es el agente de su aprendizaje. Ese tipo de escuela es contraproducente, y los niños deberían ser protegidos de ese tipo de institución. Dice él: «jugar es tan esencial como aprender», pero ¿quién ha dicho que la escuela no debe ser un juego permanente? El juego debe ser el centro de la pedagogía moderna. Podemos aprender jugando. El trabajo de los niños es jugar. Todas las tareas que no sean lúdicas no atienden las características infantiles. Las escuelas, en general, no permiten que los niños tengan contacto con sus pares. Los colocan en bancos, formando filas delante de un maestro/profesor que les da la clase. Ellos necesitan estar en dinámica de grupo conversando con los otros niños. El maestro/profesor debe apenas orientar la actividad.
La familia a la cual se refiere el autor del artículo, anteriormente citado, no existe más en nuestra sociedad. Los padres están trabajando y no tienen tiempo para cuidar de su prole. Los padres son ejecutivos y no están en casa cuidado de los niños. El gran movimiento es transformar a la escuela tradicional en una escuela piagetiana en la cual el papel fundamental es de los niños y jóvenes. El maestro/profesor es el técnico del equipo. No juega, deja que los niños jueguen. Jugar deberá ser parte integrante de todas las actividades y la vida debe ser trabajada a todo momento. La vida de los niños debe estar vinculada a la escuela. Esa debe ser su actividad fundamental. No debería existir la llamada escuela propiamente dicha. ¿Cuál es esa escuela? Es la escuela tradicional que solo se preocupa con la transmisión de conocimientos (contenidos). Es una institución impenetrable con maestros/profesores que se consideran dueños del conocimiento, que aplican muchas pruebas colocando a los niños en un estado permanente de estrés. La escuela debe estar vinculada al mundo. Los niños deberían salir por lo menos de 15 en 15 días hacia afuera de los muros de la escuela. Comparar lo que hacen en la escuela con la vida.
Los deberes escolares son un gran problema. Y, realmente lo son. Se manda para casa todo lo que la escuela no consiguió enseñarles. Pasan, entonces para los padres o acompañantes, el papel de entrenar a los niños. ¿Cómo deberían ser los deberes escolares? Investigaciones para conocer el mundo.  Actividades que los niños puedan realizar sin la ayuda de los padres. Deben llevar a la escuela sus experiencias familiares.  El niño debe ir a la Escuela como si fuera a una fiesta, porque es donde se juega y se descubren cosas nuevas y donde se encuentra con los amigos. Repetir no es el papel de la escuela. Allí debería ser siempre el centro de la creatividad. Todo aquello que es repetitivo ya puede estar en la computadora, no es necesario que el niño lo grabe en su cerebro. Tenemos que optar entre la reproducción o la transformación. Título de un libro del Prof. Lauro de Oliveira Lima en el cual debate modelos de escuelas.
La valoración de la participación de cada alumno está vinculada a su trabajo en dinámica de grupo. Todos deben hablar y oír. Cada niño tiene una experiencia que debe ser transmitida a sus pares. Discutir, conversar, evaluarse mutuamente, ese es el papel fundamental de la Escuela.
Las reglas y las responsabilidades individuales hacen que los niños sean más autónomos y libres. Esa es la escuela que no les hace mal. La participación de los padres debe ser intensa para que los maestros/profesores se sientan apoyados en sus acciones.
En una escuela organizada así, los niños nunca fracasan. Ellos apenas demuestran el nivel en el que se encuentran. Las notas nada dicen sobre el desarrollo, señalan apenas una etapa. El desarrollo debe ser medido a través de las soluciones que el niño produce al resolver los problemas presentados. Cada solución tiene un grado de desarrollo incluido en ella. Lo que se debe evaluar constantemente (observaciones diarias de los niños) es su nivel de desarrollo cognitivo.
Una gran interacción de los padres con la escuela contribuirá al desarrollo de la moral y de esa forma desarrollaremos personas honestas, humildes que no tengan miedo de errar y entiendan que pueden vencer con la ayuda de los demás.
Concluimos, entonces que el modelo actual de Escuela es un modelo muy atrasado y no justifica que los niños permanezcan largos períodos presos en una estructura que no les ofrecerá ninguna de las novedades del siglo XXI. Esa escuela, sí que les hace mal.
Pensamos que el niño debe estar en un ambiente rico en experiencias y que sea siempre lúdico.
Esa escuela autoritaria y que solo se preocupa con contenidos ya está realmente superada, pero está presente en casi todos los rincones del planeta.

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